La Búsqueda
Un poema que Gerardo publica en su blog Imaginaria me trae a la memoria una llamada que recibí la semana pasada. En el contestador de mi teléfono encontré un mensaje que me condujo años atrás en el tiempo, a una época casi olvidada. Como en el poema de Gerardo, "Te he buscado por doquier/y a cada instante te buscaré para encontrarte", la llamada hace referencia a una búsqueda que no sé cuándo se inició pero que, evidentemente, ha llegado a su fin.
Después del tiempo transcurrido no me produce sino miedo la búsqueda de alguien que, después de dieciocho años de ausencia, vuelve a mi vida pensando que quizá tendré la misma sonrisa, el mismo amor y el mismo candor.
Evidentemente, nada queda de todo aquello. Sólo algunos recuerdos y una duda que me asalta: ¿Qué razón puede llevar a alguien, después de un tiempo tan largo, a buscar a otra persona que a lo largo de estos años no ha dado ninguna muestra de querer tener noticias suyas? ¿Cómo alguien puede tener la desfachatez de dejar un mensaje en un contestador sin saber si realmente corresponde a la persona que busca? ¿Cómo se puede dejar un mensaje en un contestador automático sin conocer la situación en la que esa persona se encuentra en la actualidad?
Y el poema de Gerardo se titula... "Te encontraré". Historias personales al margen, el poema es precioso. Os recomiendo su lectura.
8 comentarios
Diego de Rivas -
Estamos en deuda contigo. Eres un sol en el firmamento. Así lo siento ...
Un beso,
Lamia -
Fernando -
Lamia -
unjubilado -
Aún estoy esperando su respuesta.
Saludos
Lamia -
Es verdad Diego. Nunca vuelve a ser lo mismo. La amistad y el amor son como un jardín. Hay que regarlo y mimarlo para que siga floreciendo. En caso contrario, acaba agostándose y muere.
Diego de Rivas -
Al cabo de unos meses desapareción, sin dar señales de vida. Supe de él por amigos comunes.
Su vida dio un giro inesperado y desapareció por completo.
Al cabo de cinco (5) o seis (6) años me llamo para contarme que se había casado con la mujer de su vida y que esperaban su primer niño.
Me quede perplejo. No supe que responderle. Bueno, eso sí, le transmití mi más sincera y enhorabuena.
Le pregunte, sin animo de nada claro, qué qué había sido de él durante todos estos largos años. No me respondió.
Me sigue enviando mensajes, fotos de su viaje de bodas, hasta de su hijo recién nacido. ¡Una monada! ..
.. pero ya no es lo mismo.
Bonito poema que me ha traido este recuerdo.
Besos y gracias,
celebrador -
Importa, me importa a mi, lo que yo hago con ello