Palabras
"La palabra más soez y la carta más grosera son mejores, son más educadas que el silencio". Amantes, sin embargo, silencio y palabra. Ella es a veces bálsamo; otras, espada. El domingo llega tarde y el lunes es inoportuna. Dibuja mundos imaginarios o nos ahoga en un abismo del que sólo largas sogas de letras nos rescatan. La palabra resguarda historias del olvido, recordatorio constante del entorno, conjura miedos antiguos. La palabra es siempre música: a veces tan cálida como el aliento del amante junto a tus labios; dramática otras, como el ambiente previo a las tardes estivales de tormenta; lírica cuando refiere momentos felices... profunda casi siempre. La palabra tiene sabores y colores: dulce como esas nubes que rondan el sol en las tardes de verano; agrio, como el regusto que deja el silencio y la angustia. Tan radiante a veces que deslumbra y, en ocasiones, tan negra que enmudece al mismo silencio.
(Este texto es uno de los trabajos que durante los próximos meses espero ir colgando en el blog y que nacen en el seno de un taller de escritura en el que estoy participando. Sin ninguna duda, espero vuestras críticas porque, con toda seguridad, me ayudarán a mejorar y constituirán un estímulo seguro). (En esta ocasión, el texto parte de una cita de Nietze: "La palabra más soez y la carta más grosera son mejores, son más educadas que el silencio").
La foto, aquí.
3 comentarios
Lamia -
En cualquier caso, repito, me alegra saber que estás por aquí a pesar de que llevo una temporada un poco ausente de los blogs amigos por distintos motivos. Un abrazo, jubi.
unjubilado -
Saludos
carlitos -