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lamia

Escuela Oficial de Idiomas

Escuela Oficial de Idiomas

Un año más, y tratando de no recordar mi experiencia de años anteriores, he vuelto a tratar de conseguir una plaza en la Escuela de Idiomas de Zaragoza.

Un año más, y recordando repentinamente que llueve sobre mojado, me he quedado de reserva en las diversas listas de espera de los distintos idiomas y niveles en los que había solicitado plaza en un vano intento por culturizarme y ampliar mi bagaje lingüístico.

Un año más, y ya he olvidado cuántos van, he acudido a un hall masificado en el que una funcionaria que parece ser la dueña del edificio y de nuestras vida, ha ido leyendo una lista que, UN AÑO MÁS, no ha llegado a mi número de reserva.

Un año más, vuelvo a renegar de personas que no son personas, gentes que esconden tras un papel sus miserias y desgracias con el único objetivo de ser jueces y verdugos por un día.

Un año más he deseado que esas personas encuentren algún día una justa contraprestación a su displicencia.

Un año más trataré de encontrar una alternativa para esas horas que hubiera preferido dedicar a los idiomas. Ese año, por fin, me concentraré en mis clases de baile.

4 comentarios

Lamia -

Lo de jurar en varios idiomas yo también voy dominándolo. Por lo que respecta a mantener una conversación en otro idioma yo sí que tengo la suerte de ser muy permeable a los nuevos acentos y siempre se me ha dado bien.
En cuanto al baile... trato de mejorar.

unjubilado -

Cuanto me gustaría saber inglés, alemán, francés... pero los idiomas se me dan muy mal.
Sin embargo sé jurar en chino, japonés, arameo...
Yo con el baile soy un patoso, siempre encuentro el pie de mi pareja debajo del mio, pero me gusta ver bailar vals, tangos, pasodobles...
Saludos

Lamia -

¡Qué suerte! Yo tenía también número de reserva pero en los tres idiomas en los que solicité (alemán, francés e inglés), e incluso en niveles distintos ( 1º, 2º y 5º) tenía números de reserva por encima del cincuenta. Así que... nada de nada.
Ah, y gracias por los piropos a mi escritura. Pero me parece que con el baile no soy tan hábil.... todavía.

carlos -

El afán por aprender nos ha llevado a intentar hacerlo incluso a pesar de las circunstancias desfavorables. Lo de los idiomas se ha hecho una necesidad tanto práctica como espiritual. Se ha convertido en una "espinita" que nos pincha en la conciencia obligándonos una y mil veces más a intentarlo. Ayer coincidí seguramente contigo en la Escuela de Idiomas. Fuí a matricular en Alemán a mi hija que había tenido la ¿suerte? de estar en reserva con el número siete. Así que este año podrá estudiar alemán.
Parece que tú te dedicaras al baile. Si lo realizas con la misma gracia y soltura con la que escribes, habrá que ir a aplaudirte cuando actues para el gran público.