Felicidad es mi hijo bajando las escaleras de cuatro pisos a las siete y media de la mañana para darme un beso porque no se había dado cuenta de mi abrazo de despedida.
Los hijos son impredecibles, igual te mandan a paseo que te colman de arrumacos, claro que los míos ya son mayorcitos y cuando ocurre esto último piensas ¡qué me irán a pedir esta vez! Saludos
8 comentarios
Lamia -
monse -
alguien -
Lamia -
ana -
Lamia -
unjubilado -
Saludos
carlos -