Un baúl dorado
Tengo un baúl dorado, repleto de tesoros.
Ha pasado un amigo y le he regalado una flor.
Rosa, que me ha llamado para recordarme que sigue esperando, se ha llevado un libro.
Javier, al que hace tiempo que no veo, debería quedarse con mi cuaderno. Así sabría cuánto lo quise y cuánto lo quiero.
Carlos, con esa timidez que barniza los primeros encuentros amorosos, no sabe qué pedirme. Ni tampoco sé yo qué darle.
Mi madre se ha quedado con toda la gratitud que guardaba.
Para mis hermanos, amor, amor, amor.
Para los niños.... un montón de serpentines, luces de colores y globos que guardaba en el fondo del cajón.
Para mis jefes... comprensión, mucha comprensión y tolerancia.
A mis compañeros les guardo una sonrisa, que cada mañana nace en la comisura de mis labios y a medida que avanza la jornada se desliza por mi garganta dejando un regusto amargo.
A Dios... gracias eternas por la vida que me dio y las pruebas que establece para hacerme avanzar.
Todo esto y todos ellos permanecen en mi baúl.
Dentro también tengo letras, pensamientos y canciones que me hacen soñar y que evitan que me hunda en la realidad que me rodea.
A mis primas, a las que quiero siempre, letras eternas que a veces se cansan de leer pero sin las que me extrañan.
Para mis maestros guardo proyectos, escritos, leyendas, actuaciones que siempre esperaron de mi y que me esfuerzo en ejecutar.
Para mi maestra, que casi es una madre, gratitud y respeto.
A mis profesores, por el tiempo invertido en esa educación que me ha permitido ser lo que soy, un recuerdo que guardo bajo un mantel que hizo mi madre y que algún día heredará la niña Leire.
Tengo un baúl dorado, que guarda tantas cosas buenas, que reluce y brilla tanto que daña la vista de aquellos que pasan sin mirarlo.
Es mi baúl.
En él, seguro que también guardo algo para ti.
3 comentarios
Lamia -
Mª Ang -
Sigue regalandonos pensamientos íntimos o llenos de intriga como estos que nos hacen que queramos volver a entrar en tu bloc e indagar sobre lo que lo que se pueda esconder o se guarde en tu baúl.
Un arrumaco.
Diego de Rivas -
Ahí quedan tus recuerdos y tu baúl lo conservas en el mismo lugar no vaya a ser que alguien pase y no lo vea.
Para mí, tu baul es mi baul. ¡Qué bonito, cómo brilla! y lo que esconde ...
Son tesoros y tú eres uno de ellos. El más escondido, el que menos se ve, pero el mejor de todos.
Un abrazo y gracias,